Jose Adolfo

Hermano

Tus lágrimas

imaginarias han partido

el alto de la cumbre

ha sido testigo

silente

susurra inconsolable

 

A dónde

te llevaste la alegría de tu sonrisa

por qué partiste al confín

dejando esta melancolía

 

Aquella mañana

salpicaste por siempre la vida

inmortales recuerdos

retumban

gran sabana

el mar

las montañas

tus seres

 

El cajón de arauca apureño

te reclama al calor de la parranda 

la discreta lágrima nos delata