EL QUETZAL EN VUELO

TE AVISO

 

 

Te aviso...,
si al llegar a mis versos encuentras la tarde vacía, sedienta la palabra,
tendida la cama y ausente la ventana de mis violetas; no fue un descuido
tampoco pienses que me quede a dormir en el estudio.

 

Cuando destapes la botella de vino tinto guardada en el librero,
y te sabe a vinagre añejado, no culpes a la uva, fue tu partida,
el trozo de queso en la nevera, te lo dejo para otro ratón;
me fui con la noche, al clarear mis sentimientos.

 

Te aviso...,
que si escuchas en la ventana las gotas de lluvia que simulaban mi Canto,
no te asomes a mojar tu cara, es el vecino del 34, que está colgando un cuadro,
tampoco salgas al parque a buscarme cerca de la fuente, donde están los gansos,
porque su perímetro está cercado y el Ayuntamiento está haciendo una remodelación.

 

Si tienes ganas de cenar, con velas, vino, música y que te lean poemas, mientras lo haces,
te dejo los cupones de comida rápida sobre la mesa y la cinta del buen declamador en el estéreo,
también te dejo una selección de los mejores chistes, de los que te gustan, para la sobre mesa,
te dejo platos desechables, porque esta tarde noche no los lavaremos juntos, antes de irnos a la cama.

 

Si esta tarde vas a entrar por el patio de mi casa y esperadme en el columpio del abeto,
te aviso que ya no está, barrí todas las hojas secas , el abeto se secó y lo hice leña,
también regale el conejo que me regalaste por pascua y la ardilla se fugó de casa;
como vez, no te molestes en venir, inventa una junta de trabajo o reunión de planeación.

 

Te aviso...,
que si vuelves otra vez por mi casa, no busques la llave debajo del tapete
toca la puerta, porque puedes interrumpir la cena de los nuevos habitantes,
también te aviso que el bar donde solía esperarte los viernes por la tarde, esta clausurado;
su dueño se marchó para Italia, a esperar el cartero de Neruda.

 

Si me ves por ahí, batallando con la tarde y prosando la noche, No quieras invitarme una copa
ya no voy por los bares, ni escribo en las tabernas; difícilmente recordaría quien eres,
pues el Ángel del desamor formateo mi cerebro y cambio mi disco duro.
Ahora escribo de nuevo en servilletas; vendí como fierro viejo la computadora que me regalaste

 

Te aviso...,
que este aviso, no es como los otros avisos, donde me iba sin irme,
donde volvía cuando tu querías y siempre te seguía a donde no quería 
esta vez no es una amenaza, para que me des una limosna de amor.

 

Te aviso entonces, que no culpes a la tarde, al verso, ni al amanecer
tampoco quieras arreglar todo por teléfono y con tus amistades,
la cuestión es mucho más sencilla y de sentimientos, no de relaciones
te aviso que me fui.......

 

LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO