¿Que puedo yo decirte para calmar tu duelo?
Quizás que no merezco la dicha de tu amor;
mi vida la llenaste de bello resplandor,
mas cual viajero errante, nunca detengo el vuelo.
Fueron tus besos rayos, me dieron lindo cielo,
con luz de mil colores tan llenos de tu ardor,
los llevo bien guardados, los guardo con fervor
como se guarda un sueño que fuera gran consuelo.
La vida es como el tiempo que cambia de repente,
a veces nos congelan escarchas del invierno,
mas llegan primaveras con sol resplandeciente.
El llanto por amores jamás se vuelve eterno,
tendrás nuevos ensueños con fuerza tan candente
pues borrarás mi rostro que fue tan dulce y tierno!!
Autor: Aníbal Rodríguez.