Ariello

El muermo

 

Ya comienza a sudar mi cuerpo enfermo,

un temblor, de mis carnes se apodera;

un dolor indecible en la cadera

me atormenta despierto y cuando duermo.

 

Ya mi espacio es el lecho duro y yermo

que me sirve de puente hacia otra esfera,

acaricia mi cuerpo a su manera

 y soporta este soma yerto y muermo.

 

Un galeno barbado y ya sin pelo

se prepara jeringa y escalpelo

para dar curación al ser completo,

 

y se pone la mano en la cabeza

cuando mira mi cuerpo ¡qué sorpresa!

ver en cuero forrado un esqueleto.