Rosita de Mendoza

La Navidad

Como un diamante fino

que se formó en lo profundo de la Tierra,

tu llegada, niño Jesús,

se preparó en las entrañas de antiguos pueblos

que hoy  se matan y pelean sin tregua.

 

No entienden ni escuchan tus palabras,

no aprecian tu belleza

Del otro lado del mundo te visten de oro

y te encierran en sagrarios dorados.

 

Como a los diamantes,

te roban de las mano del pobre 

que ilusionado te encuentra

 

Te compran y te venden

y te usan de  adorno

Valioso para unos pocos,

igual que el diamante,

engordas  las arcas del poderoso

Pocos abrazan tu lucha

Pocos beben tu cáliz

Pocos buscan tu reino de  justicia...

Y tú, sigues encerrado en un sagrario

mientras los necios pintan

la Navidad de rojo

 

En mi Navidad

No hay luces ni pinos de colores

Mi Navidad es amar la vida

Compartir la mesa

luchar por la justicia

y esperar que un día

como un granito de arena

mis versos sin etnias ni credos

sirvan

para construir en el mundo

la Paz verdadera