Se han caído los árboles, y ahora las flores tienen pesadillas, y el bosque suena a búho tuerto, y suenan las ardillas cojas, y en los otoños no valen las hojas para cubrir un poco del miedo de las hormigas.
El mar está lejano e indeciso, las olas nuevas quieren acercarse pero el mar retrocede.
Mira con que fuerza, como cometas se pierden los sueños por la espalda del mundo, los niños ya no buscan los globos que se les escapan,
y siguen avanzando los cometas en un desfile inacabable por la espalda del mundo.
Te digo que me gusta pensar que no hay palabras para decirte lo que cantan los pájaros, habría que crear otro lenguaje para decirte lo que es un beso.
Como una sonata nocturna se mueve el viento, descomponiendo los ocres de las rocas entumecidas,
y yo me veo parado mientras truenan los silencios y un mar de porqués va debajo de todo.