Jesús Pérez Romero

LAS GARRAS DE LA SOLEDAD

Cuando las garras de la soledad, acarician

amorosamente la espalda del viento

y los recuerdos

como pequeños alfileres envenenados

se clavan como puñales

en los tejidos más blandos de tu corazón…

El tiempo parece detenerse en los andenes

del alma

y el dolor ocupa clandestinamente

cada rincón del edificio

donde habitan aleatoriamente: besos.

caricias, celos y reproches.

Como un sudor frio, los recuerdos envasados

en vasos de humo,

se derraman lentamente por los poros

de mi piel

recordando aquellas caricias que parecían

almas gemelas

jugando alegremente sobre una nube de algodón.

Hoy solo quedan los trozos de lenguas viscosas

derramadas

sobre una alfombra de mentiras y caricias transgénicas.