Arnoldo Bermúdez

C’est toi, Danielle

¿Es acaso un pecado

que te quiera tan pronto?

¿O que te suspire soñando

en mis más dulces sueños?

Pues es por tu ojos,

divinos diseños,

que deslumbran el arte

del poder celestial.

 

Y así te hizo el Padre,

divina doncella,

tan fina tan bella

escultura ideal.

 

Te moldearon princesa,

los más grandes cielos,

Y te pintaron de luz,

como las estrellas al mar.

 

Trazaron tus labios

laureados autores,

pintando  tu boca

de divinos colores,

buscando la risa

de modelo ideal.

 

Y al ver que te veo,

Divina, curiosa,

Pregunto al Señor,

¿Cómo es que se capta a una diosa

en su máximo esplendor?

 

Y así uso mi boca,

el mejor pincel,

y así pinto a mi diosa,

C’est toi, Danielle.