Ӈιρριε Ʋყє ☮

Una poesía que no habla de ella

Quiero escribir un poema
que hable de todas las cosas:
del perfume de la rosa,
del gustito de la crema,
de la clara y de la yema,
del bosque multicolor,
del cielo conmovedor,
de las estrellas lejanas,
y el tañir de las campanas.
Pero que no hable de amor.    

 

Y no puedo sacar de mi cabeza
el eco de su risa melodiosa.
La historia que conmueve, mi torpeza,
y su voz, ronroneante y misteriosa…    

 

Quiero hablar de ecología.
Del agujero de ozono,
del dióxido de carbono
y las plantas de energía.
Quiero que hable mi poesía
de las luchas de poderes,
de las especies que mueren,
calentamientos globales,
y maltratos animales.
Y que no hable de mujeres.    

 

Pero hay una mujer que me fascina
y que monopoliza mi memoria…
No es por nada. Me gusta como opina.
Y su… talento…  para la oratoria…    

 

Que no falte en el poema
esa crítica profunda
a esta clase inverecunda
que soporta este sistema
sin soltar un anatema.
Que con ética plebeya
no percibe la epopeya
que nos toca, y no levanta
banderas con sus gargantas.
Pero que no hable de ella…    

 

Lo que pasa, también… es tan bonita…
Con esos ojos te ilumina el día.
Esa sonrisa hermosa, esa carita…
Pero no he de escribirle una poesía.    

 

Quiero describir paisajes.
Quiero derramar historias.
Rescatar de la memoria
los mejores personajes.
Con metáforas salvajes
impresionar a los hombres.
Con un buen final que asombre.
Que la duda, o el recato
no rebajen mi relato.
Y no pronunciar su nombre.    

 

Su nombre como un haz de golondrinas.
Su nombre como dulce golosina.
Su nombre que embelesa y que fascina.
Su nombre, que sosiega el mar,