Recuerdos con reflejos
 de vino tinto dormido
 son caricia en la mano
 que sostiene mi copa
 en un brindis festivo
 traído a la mesa tendida
 donde quedan sillas vacías
 y se halla sentado, el silencio.
Más allá de los cósmicos cielos
 moran los dioses que han muerto
 por sus restos en los cementerios
 levantan sus cánticos, los lirios,
 al beber los vinos del sentimiento
 mortaja, que vistieron en su entierro
 ¡Por los dioses que fueron amigos!
 ¡Por sus dones recibidos de herencia!
A los sones de vuestras sonrisas
 que adornan con lujo esta mesa
 agreguemos, el abrazo sincero
 promesa, de seguir siendo amigos
 más tarde, cuando allende los cielos
 inmortales y convertidos en dioses
 luminosos, levantemos nuestras copas
 por quienes sigan, el camino de ser dioses
Que se llenen las copas
 destellantes de amor y alegría
 en cada mano que lleve razón
 de alcanzar el último hálito
 por lo vivido, hasta el último día
 felices todos, de gozar la mesa
 con frutos de amistad tendida
 para el último brindis del año…
Copyright © Rodolfo Dondero Rodo
13.12.16