Bambú

TE EXTRAÑO

Te extraño...
como extraña la sequía al aguacero.
Te extraño
en este erial que es no verte,
en esta atronadora
tempestad de silencios
que seca nuestras bocas
deseosas de tenerse.

En mi sonrisa eterna vaga un rictus congelado de tristezas
y en la mirada
un reflejo vítreo de cenote
solo esconde lo que por exceso anhela
sin fe.
Hacia afuera las sonrisas,
la rutina,
la perfección equilibrada...
Todo igual ayer y hoy,
igual mañana...
Hacia dentro, la  tristeza despiadada,
la sed,
el frío,
la nada...

Quisiera no extrañarte tanto,
no ver cómo se arrostra
la flexible enredadera
la dúctil ipomea
ahora retorcida y leñosa...
no ver cómo muere el verdor
del paraíso que creamos con palabras.
Y ahora hay tan pocas...
y son tan yermas,
tan acres,
tan...
Por eso conservo en un humedal estas últimas, incólumes, preservadas:
te extraño.