Esteban Mario Couceyro

Recuerdos de amor

El día claro, tibio

principia el verano

y mis fuerzas

ya no son como

las de aquél estío

en que la conocí.

 

Hace tiempo

su piel suave

fragante y mágica

a mi lado

sentada en la rivera

de ese río.

 

Temía besarla

rompiendo el hechizo

de esos ojos apenas claros

fijados en las aguas

pasando rápidamente

como mis fluidos

acelerados de emoción

y mis manos

levantándose como brisas

en el trigal de esos cabellos sueltos

donde dejaran una pequeña flor.

 

Siglos pasaron

solo soy testigo de esos recuerdos

inocentes y primitivos

de un amor naciendo

entre la fuerza

de la naturaleza

y dos seres nuevos

asustados de sí mismos.