Thumi

Silenciosa pasión

La oscuridad y el deseo invadían el entorno,

todo era silencio excepto los gemidos de él,

era música para los oídos.

Cada movimiento,

cada beso,

cada carícia,

cada susurro acompañado de un te quiero 

era partícipe de la melodía de la pasión.

El éxtasis invadía sus cuerpos 

al compás de la búsqueda de sus labios.

Se bebían con los ojos y se desnudaban con la boca,

cada minuto que pasaba con ella era una razón más para vivir.

Y ambos los sabían.

Sabían que podían ser uno.

Sabían que no podían vivir sin respirar el aroma del otro.

Sabían que se amaban de verdad.