Cautivada por un Ángel...
Me cautivó como un Ángel,
no le importó arrastrarme con él 
al infierno de sus deseos, al fuego 
de su amor que ardía entre sus labios 
y los míos, estar en sus brazos me 
provocaba como volcán en erupción,
su cuerpo me ataba a sus deseos 
y como un Ángel me llevaba al cielo, 
porque era un amor bendito, 
porque tenía la firma de Dios, 
bautizamos este amor con agua bendita, 
hincamos cada beso y de rodillas 
nos juramos amor eterno, 
en cada beso el me daba la vida, 
en sus ojos vi reflejada mi imagen
y era mis labios que sonreían por él, 
bebí de él la delicia del amor. 
Él era mi vida, mi mundo, mi todo, 
eran tan mío; que llegué dudar 
si era Ángel o demonio, 
había momentos...
que mi piel temblaba en sus brazos, 
mis labios deseaban los suyos 
como miel del panal, 
me tocaba y los senos se erizaban, 
mis pechos erectos lo sabían cerca,
mis manos conduciéndolo al deseo
yo sabía que era un deseo nuestro.
segundo,minuto, o hora,
Era un momento sólo para nosotros, 
eternizamos cada momento 
y lo hicimos nuestro.
Buscamos un cielo para amarnos los dos 
Y buscando mi cielo lo encontré a él, 
cautivada por él me dejé amar... 
Hasta que perdí mis alas y no pude volar,
y él me envolvió con sus alas y me atrajo 
hacia él, cautivándome con su amor,
y llevándome a un cielo nuevo para los dos.
¡Eres mi Ángel de amor, te amo, amor!
Alicia Pérez Hernández.
No es la pluma la que escribe, es el alma
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