Maria de Lourdes Hurtado Alvarez

Es el atardecer.

Es el atardecer

tu recuerdo vivo en un suspiro deleitado,

y la mañana

mi conexión con el alma tuya

a la distancia enormecida;

el anochecer

un volován de incautas emociones

que lleva dentro el cuerpo enamorado,

pues muriendo está de deseos

de verte,

de tenerte,

de pertenecerte lentamente.