Si yo supiera comunicarme
y tú supieras escuchar
entenderías cuando digo
\"Te extraño\"
que sí, en efecto, te extraño.
Me haces falta
como el café que tomo
siempre en la mañana,
pero al igual que con el café,
en efecto,
también puedo vivir sin ti.
Entonces a lo mejor
yo podría decir
\"Qué bonito está el cielo\"
o \"Cuánto frío hay\"
y tú me entenderías.
Sabrías que todo significa
\"A tus ojos le van perfectas
las nubes que miras siempre\"
y \"Es todo tan gris desde
que te marchaste.\"
Sabrías cuando digo
\"Todo bien, ¿tú?\"
que debajo se esconde un
\"Hay tanto espacio en la cama
que he comenzado a llenarla
de almohadas que no necesito\".
Si yo supiera comunicarme
y tú supieras escuchar
quizás no tendría
necesidad de escribir nada,
absolutamente nada de esto.
No tendría que decir
\"Sí, puedo vivir sin ti
pero en este momento
es tan malditamente difícil
que no quiero.\"
Y no quiero.