Moliner Vallés

Alegría y pena

En estos andenes ya no pasan más trenes

se acabo la canción y comenzó la pena.

Ya no vale llorar, no vale nada

no es de recibo recibir amor y muerte,

no es correspondido.

Ojalá fuera metal, frío e insensible;

pero en realidad no quiero,

pues no sería yo.

No podría vivir sin alegría ni pena, inerte

sin alguien al que llorar,

sin alguien por el que amar

merezca de veras.