Tierrita,
Si vieras tus ombligos repletos de hormigas,
bandadas que amigan tu piel con cielo,
tus brotes, hijos del agua y el fuego,
un sol que cae sutil al suelo,
y mi aire,
que no es miío sin ser tuyo primero.
Si vieras su vientre y cementerio,
su música ante el silencio,
sus dádivas y misterios,
tal vez supieras que todo lo sabe,
y que su espíritu guarda un secreto.
Quien observe tus armonías,
lunas de ámbar con luz de día,
podrá morirse otra vez en vida,
dormir su espalda en tu tierra fría,
cubierto el pecho en un manto estrella,
volviéndose uno con la floresta.
Madre naturaleza, pacha mía.
Mamita tierra.