Ariel Figueroa Gomez

He de decir que...

Que sólo se quedo el niño, que solo

en el cuarto de piel amarillo,

lo deje tan tierno, fresco, verde,

murió doce veces mi niño.

 

Sangre mía que no te abrace, 

espejo al que nege la mirada,

boca de mi boca que no hable,

derrotavqie deje en ti plasmada.

 

Tu sangre se derramó lejos de mi,

galeote de amo ajeno, moriste

en la campiña rural, lejos, allí

donde no quise besarte ni vivir.

 

Que sólo se quedo mí niño, solo

para no ser quien quiso mi niño,

sólo se quedó mi niño que solo,

se quedó cuando le deje así.