Ivanna

NegaciĆ³n

Siempre veo el reloj a las 9:02,
como si el tiempo se burlara
y me dijera: \"no bastan 4 días
ni 4 meses ni 4 años para olvidar\".
Ya son las 9:05, volaron las manecillas
en el instante en que te recordé,
luego de muchas lunas de olvido.
La luna cínica sonríe a las 9:07,
como lo hizo aquél enero a las 9:02.
Hace el mismo frío de aquella noche,
la única diferencia somos tú y yo.
No figuro en tu mente ni tú en la mía,
bueno... quizás sólo una vez al día,
pero no te confundas, amor muerto,
no es mi culpa, es de la casualidad
castigadora con esta historia,
desde que me hizo conocerte
hasta que me obligó a olvidarte.
Pero ese tenue lapso de 6 meses
valió la pena, valió la locura.
9:17, ¡qué pena, qué locura!
El instante diario se extendió de más.
Debo terminar esta carta que no leerás:
Primer amor, olvidable, desechable...
Si por mí fuera, seguirías irremplazable.