Dixon Calvo Cespedes

Diálogos de piedra

A veces sucede,
Bonita, que el silencio
Se apaga, para darle cabida
A las palabras,
A esos ruidos opacos
O siniestros
Que emanan de los labios.

Y ahí, porque sí,
Porque se debe
Y no se teme
El mundo, mi mundo,
Que no es otra cosa más
Que tu sombra junto a la mía
Enciende los motores
Y alza vuelo.

A veces sucede,
Bonita, que la noche se esconde
De las raíces, de la savia
Para darle espacio
A las manos
Y a las letras de un poema.

Y ahí, porque sí,
Porque sucede, Bonita,
La vida, que no es otra cosa más
Que tu nombre en mis pupilas
Se incendia y me acoge
En tu vestidito que se encoge...
Vuelvo a nacer y lo repito
¡cuánto te quiero!

Y a veces sucede,
Bonita, a manera de resumen,
Que el diálogo se vuelve piedra.