Martín Raviolo

MORIR DE AMOR

 

Morir de amor... morir amando 

Aquella que un día su sola presencia 

Colmó de alegría las noches y los días 

Simples momentos, a veces instantes 

Con una sonrisa, una tierna caricia 

Un beso furtivo... una mirada...

 

Morir amando... lo que no se olvida 

Lo que ayer fuera un intenso fuego 

Que aún está latente como llama viva 

Que quema todavía y eriza la piel 

Que conmueve... y que nunca muere 

Morir de amor es una agonía 

Con el amor presente como letanía