Teodocio Potes

SÍNDROME DE DOMINGO

Existencia burda surgida de una aproximación

Existencia tonta relegada al olvido

Existencia inútil ausente de compromiso

zurumbática existencia

envuelta en el agridulce sinsabor de una verdad

esa eres tú este domingo

existencia mía de mi propiedad.

Sonsos días que deslucen la transparente claridad

de un tibio sol

y que con muda apatía van rodando

sobre deseos imposibles.

Días vacíos que desdoblan

la pereza acumulada en la semana

para empujar los párpados sedientos

al oscuro pozo del intranquilo ensueño.

Días absurdos que deambulan

cual autómatas

tras el infernal circuito temporal de los minutos.

Días de insalubre aspecto

que si se pudieran exprimir ansiosos

ni una gota, ni bagazo quedaría,

de veinticuatro horas que cada uno

repleto de experiencias vanas traería.

 

Pasan los domingos devorando un porvenir

pasan los días anhelando algún camino

estos días pasan soportando el desespero

de versen truncos los sueños de un pendenciero.