¿Será que aún me amas
al compás de las notas 
de los sueños de antaño.?
O quizás se acabaron
 las estrellas que daban
fulgor a nuestro canto.
Pero nos queda el tiempo
que tardemos en darnos 
ese último abrazo;
y la promesa tibia
que hicimos frente a frente 
de jamás olvidarnos.