Duerme la selva encantada
se acurrucan los suspiros
la Luna filtra sus rayos
entre las hojas de un libro.
Un poemario perdido
yace entre ramas caídas
sufre porque no lo leen
y su pasta está amarilla.
Ahí lo arrojó un poeta
cansado del desamor
él amaba a esa libreta
donde vació el corazón.
Pero no vale la pena
recordar cuál fue el motivo
pues no terminó un poema
y quedó inconcluso el libro.
Nadie sabe a dónde fue
ya no visita a la selva
dicen que fue una mujer
quien provocó que él se fuera.
La Luna leyó unos versos
los últimos que él pusiera
sin más se puso a llorar
y ella le dio esta respuesta:
El amar no es suficiente
para merecer amor
pero te entiendo poeta
y comparto tu dolor.
Yo también estoy sufriendo
pues no me hace caso el Sol
ya lo he buscado de día
pero pierdo mi color.
Y de noche se me escapa
va a enamorar a una estrella
ya no quiero en él pensar,
ya no quiero que me duela.
Voy a cerrar este libro
nunca leí uno mejor
dónde andará aquel poeta
que al leerlo me hechizó.
Duerme la selva encantada
con la Luna declamando
en tanto el lobo que aúlla…
¡Es el poeta hechizado!
HECHIZODELUNA
©Violeta