Porfirio Tárrega

Te llevo y no

Te llevo latente aunque no quiera y aunque no deba.

 

Te miro y te admiro, te escucho y me asombro, te observo y te guardo poco a poco.

 

Despierto, camino, avanzo y retrocedo contigo en la mente. Te llevo, pero claro que no te tengo, pues eres en mi sólo un rastro de impulsos cifrados entre las multitudes de mi cabeza, donde te haces presente cuando estas ausente.

 

No tengo nada de ti, ni debería, aunque llevo este recuerdo que evoluciona y afronto con un dolor cada vez más callado que no muere.

 

Te quiero y como no quererte si apenas tocas con tu presencia el mundo y este ya te pertenece, este ya cambió. Como no querer encontrarte y llevarte si tu espíritu brilla tanto.