Santiago Miranda

Hamlet, el reflejo de lo humano

 

¿Cuántos oprobios y adversidades
Del destino adverso con entereza
resistiremos si ya mañana un puñado
De tierra hundirá nuestro recuerdo

Uno en el más olvidadísimo polvo?
Hermana-hermano, figura mía tan del otro
¿Por qué no acortar la espera, que por desesperar
Antes de tiempo a la consciencia arrebata?

Hermana-hermano-figuramía, no hay rey
Ni eterno padre, no hay razón intocable
Y sagrada que no pueda ser destruida
Y la madre aquella que nos parió arrepentida

¿Por qué no si la vamos socavando?
Por obtener deslumbrantes minerales
Y no hay padre un pasado que no pueda
Ser cambiado de un año a otro, no hay

Misterio en esta venida al plano, ritual
Al día desprovisto ya del mito, un absurdo
Desplegado en la volatilidad crujiendo
De una nuez siendo el orbe del mundo

Yo, testifico de mi herman@ sobre tal otro
Su dignidad en la caída, su fiereza irreprochable
Hamlet somos similares las conciencias
En la tragedia que afuera en lo desconocido se fragua