Nada grave, nada serio,
mariposa que  va de rosa en rosa
 disfruta sus colores aspira sus olores
bebe su néctar, y le regala un beso
¡Tan solo eso! 
Nada grave, menos serio,
concierto de aves que al llegar el otoño
levantan vuelo y marchan lejos,
donde no alcanza la mirada, 
 más allá de la línea azul del horizonte
 ¿En serio?
Tardes a media luz, 
 el  té baja por mi garganta y saboreo sueños 
 me cuentas;
hay tal belleza en tus palabras que te creo,
 ¡casi te creo!
Nada grave, nada serio,
va muriendo la tarde ahogándose en su sangre
 flotan sábanas negras cubriendo el cielo y
 sobre un techo agujereado por  las  estrellas
 la fina niebla va  colocando un velo
¿Es falso o cierto?
Nada grave, menos serio,
en el anochecer el alma es frágil
sucumbe ante las sombras es profundo su duelo, 
en una leve brisa deja escapar su aliento
 y desnuda  se acuesta en el recuerdo
 ¡Marcando el tiempo!
Pero al amanecer regresa al suelo,
los pies sobre el rocío a campo abierto
bajo la luz del sol todo es más cierto,
recoge su ropaje sus amuletos 
 y con las golondrinas emprende vuelo;  alma libre
¡Qué bueno!