He visto sonrisas suaves
como la brisa de verano
y de las que te quieren
como un hermano.
He visto sonrisas fuertes
de esas que te ayudan
a reirte del miedo y de la muerte.
He visto sonrisas débiles
de esas que te apoyan
cuando explotas de tristeza
como lo hacen las burbujas
en todas las ciudades.
He visto sonrisas traviesas
que son más poderosas
que mil afrodisíacos
cuando van directos
a nuestras bocas.
He visto sonrisas que cantan
si la música amansa a las fieras
¿Por qué no iba a hacer lo mismo
con los corazones que no vuelan?
He visto sonrisas que cuentan
cada uno de tus latidos
para averiguar cuál es el más viejo
como cuando estoy en la playa
contando las olas en tu mar eterno.
He visto sonrisas que viajan
entre el ocaso y el alba
recorriendo y explorando
todo tu cuerpo y toda tu alma.
¡Ay, jamás había visto tu sonrisa!
capaz de sedar mi miedo
capaz de pintar días soleados
en mi mirada alucinada
capaz de elevar mi amor al cuadrado
(algunas veces el amor sabe de números aunque de lógico no tenga nada).
¡Ay, nunca había vivido tanto tiempo
en tu sonrisa!
capaz de obligarme a escribirte versos
cada noche y cada día
capaz de hacer inmortal mi felicidad
y obligarle al tiempo a que se vaya
por donde ha venido
pero que lo haga con prisa.