Green Hermit

A Afrodita

Afrodita

Qué hacer

si apareciste y eres

la Venus que necesita mi cuento;

el verso que necesita mi poema;

el verbo que escribo día a día y puede iluminar mis días;

la mirada que puede encandilar a las bestias que aparecen en mis pesadillas;

las curvas que deleitan hasta al más ciego;

los cabellos dignos de una divinidad… crespos;

la sonrisa que puede desaparecer el insomnio que atormenta mis días;

los labios que necesitan sentir el canto de un poeta;

la lengua que pide a gritos ‘dame poesía’;

la meliflua voz que, cual canto de un ángel, me invita a robarle más que un ósculo y a rebasar sus mejillas.

cualidades que inspiran esta pluma

sin cesar.

 

Un joven nefelibata no puede resistirse a la belleza,

mucho menos si tiene tu carisma y extravagante piel nívea.

He ahí el dilema, eres digna de estas y más letras,

tal vez te animes y quieras

mi sutil canto escuchar sobre tus orejas,

o quizás no y aquí finalice el poema.

 

Tú decides, hoy no yo.

A mí me gustaría

terminar entrelazando

más que las piernas, las almas nuestras,

mientras escribo versos… sobre tu silueta,

con cautela,

sin bolígrafo,

con mi lengua.