Hugo Florentín

Jazmín

La flor lúgubre de este octubre me cubre con su aroma,
Preguntándome si quiero un punto o quizá una coma,
Se asoma, y me clava sus espinas en mi piel, 
Sangro, y tengo más tinta para este papel.

 

 Sus pétalos son mis ideas y su olor es mi fragancia,
También actúa como veneno y me mata con elegancia,
Ansia poder volar como los pájaros en el cielo,
Despegarse de sus raíces, no estar enganchada al suelo.

 

 Estaba marchita, sin color, sin esperanza alguna,
Sin la humedad del amor, sufriendo como ninguna,
Con las penas desde la cuna, en los llantos la salida,
Con sus lágrimas creó un río, que la mantiene viva.

 

 Y le sigo cantando, aunque la espina no se quita,
Un estigma del pasado, lástima que me lastima,
Ya no moriré lamentado, con un jazmín en mi cruz,
La sombra de tu silueta me sigue, aunque ya no halla luz.