José Cascales Muñoz

Un Inesperado encuentro

 

El sol se estaba ocultando, la tarde tenía su final, en el cielo se podía ver la luna que su luz iluminaría la ciudad, decidí entrar en una cafetería y me encontré contigo sentada y tomando una te acompañado con pequeñas pastas de chocolate, nos saludamos y me invitaste a sentarme en tu mesa para hacerte compañía pues hacía tiempo que no nos veíamos ni tampoco hablarnos.

Nos contamos muchas cosas en tan poco tiempo, tú no habías cambiado, ni en el físico ni en tu interior, nuestra amena conversación se fue prolongando hasta que nos llegó la hora de despedirnos, al salir me llamaste para preguntarme si había encontrado otra rosa. No la he encontrado, ni tan siquiera lo he intentado por el momento, ella con una sonrisa me pregunto ¿Es que ya estas viejo?

Eso nunca, me sonreí reservándome su respuesta, ¿La próxima vez que tome una rosa tendré mucho cuidado con sus espinas, algunas rosas son bellas pero muy peligrosas?, me fui alejando con el recuerdo de tu cara y tu cuerpo, los años dejaban huellas, tus palabras vacías de contenidos, comprendí que estabas sola y que no eras lo feliz que intentabas hacerme creer, aunque tú siempre fuiste así, una rosa con muchas espinas.

 

© José Cascales Muñoz

Reservado todos los derechos.

12 de Noviembre 2017