el caracol aventurero

Un bonito recuerdo de mi cajón.

Vivía en un recuerdo triste,

parecía una ciénaga sombría,

poblada por ranas verdes

cuyo croar, siempre me hundía.

 

Pero, desesperado, deseé

poder encontrar un nuevo día,

donde vivir el presente

no fuese utopía.

 

La fortuna, el azar, la suerte

quisieron darme esa alegría,

ya que habito, perene,

en el valle \"Algarabía\".

 

Insensato, no debí conformarme,

pues mi mente, la guerra seguía.

Algún demonio quiere

ver del revés, mi sonrisa.

 

Ante tal cometido, ¿Sucumbiré?

¡No!, porque poseo la osadía

requerida, pertinente,

para echarle huevos a la vida.