Rosita de Mendoza

Aprendiendo libertad

 

No entiendo amigo mío
dónde está la libertad
¿Es acaso libre el alma de negarse a volar
o el corazón de no amar?
¿Es acaso libre el poeta de callar
o el pimpollo su corola cerrar?
¿Es acaso libre la abeja 
de no posarse a libar?
¿Es libre el fuego de no quemar, 
el sol de no alumbrar,
o el viento de no soplar?
¿Es acaso libre la piedra
de no romperse al rodar?
¿Es libre la gota de rocío 
que busca el mar?

Quizás me diría usted:
tan prudente y liberal
“Mi querida amiga,
aún la gota de rocío 
podría detenerse
y su destino cambiar,
podría si quisiera
en una cueva encerrarse
y jamás llegar al mar,
vacía y silenciosa,
hasta convertirse en estatua de sal\"

Pero dígame: ¿Eso es libertad?