Carlos Justino Caballero

PASÓ UNA TARDE

 

Habiéndome encontrado

tan imperfecto en mi ser

y con carencias

y habiéndome sentido

tan indefenso, tan humano,

hice valer todo el silencio

y llené mi soledad de cantos.

Estando ya cansado y contemplando

un sol que sin fiestas se apagaba,

en una tarde que como otras

abatida y sin voz ya se extinguía,

renové la apuesta a ver mis sueños

ensamblándose en el tiempo

y asilando en él la vida que caía.

Cercados los recuerdos grises,

redimidas las memorias puras,

dejé que mis sueños se volviesen reales

y vi posarse ese gorrión en el frío de la reja,

la reja de mi cuarto, y al mover sus alas

se iluminó la tarde y ese sol sin fiestas.

 

 

De mi libro “De cumbres y de abismos”. 2007 ISBN 978-987-9415-23-8