Santiago Miranda

DilapidaciĆ³n-es

 

 

En la entrega del mañana como si el mañana
No conociera otra entrega, que nuestra historia entregada
De todo el ser que se disuelve en un destello
Sin dejar huella de los días acabados entre su estela
Del recuerdo hacia el sueño, al final un vuelo
Sin miedo en lo oscuro

Todo mañana ya será pasado y
Todo presente será el futuro
Del pasado al fin el tiempo del otro y
El ayer que llega tarde no reclama
En este vaivén, esta maraña de sueños
Despeinados como los amantes que se trasmutaron
A sí en nubes, en algas, en susurros del silencio
Que no alcanzaron su potencia encarnada

Lo humano debe ser leño, encontrar al fin su fuego
Al otro en sí, ser ese otro, por dejar de ser luego
No otro sino su llama y permitirle propagarse por entero
En el espacio antes obligado ahora con todo sentido habitado

Conducirse hacia el centro de tanta oscuridades
Vivir; salir herido y sabio, sabio no es saber
Más, quizás sino todo lo contrario
Y al fin emitir una consciencia iluminada

Al dejarse consumir lentamente por el deseo
De no salvarse en la calma, en el reposo
Eterno, un remezón en la cama, clamor allí hay
En la electrificación del cielo que abre los ojos
Y señala; entregarlo todo que todo será perdido
En ti, de corto camino, el otro al fondo del sentido
Causa del individuo, inmutable, primigeneo
Motivo para desprenderse del ego
Si fuera posible también levantar al sueño
Y emprender el rumbo al servicio
Que dará sentido y gloria al sacrificio