Elena Nikkinen

Mis dos vidas

Puedes saber mi nombre,

puedes tratar de adivinar,

pero sin saber mi historia,

te conviene no opinar.

 

Tus palabras ofensivas ya no me dañan,

solo hablas de las cosas sin ganas,

Dime, ¿que daño te he hecho?

¿Acaso te lastimé y te di al asecho?

 

Es fácil confiar en desconocidos,

que dar cara e ignorar a tus oídos,

para algunos puta, para otros santa,

para unos poco conocida y petulanta.

 

Debería de aclarar las mentiras todo fanfarrón,

pero es más fácil la rima y adular su don,

de distorsionar la realidad a su antojo,

agregando mentiras dolientes 

 

No me podrías creer si te lo dijera

Pero poseo dos vidas como cualquiera 

Aquella de la cuál me levanto cada día 

Y esa que me inventa el de la esquina.

 

Podría parecerte poca cosa opinar,

Agregar esto, aquello y lo otro.

Pero porque hacerlo si no te incumben

Tanto mis deseos como mis anhelos.

 

ELENA HAKKINEN