angelillo201

El hombre del cielo.

I.

Pataleos en el huerto, Avalamos un hombre nuevo.

Ignoro porque no llueve. El cielo se ha alejado de nosotros, como muchos de mis semejantes se han alejado de la tierra. Hoy el planeta que nos acoge lo observamos con pena, como una bestia vencida que nos inspira respeto moribunda entre nuestros brazos . Y en nosotros, ha nacido  un hondo temor hacia nosotros mismos, hacia el destino delirante que nos hemos reservado llevados por una razón  deshumana. Ya se escuchan las primeras voces de rodillas en la tierra arrepentidas de lo que nos depara. piden a la tierra a la que llaman gaya, que nos extermine. Han empezado a sentirse culpables. Los antiguos temores de los hombres hacia los bosques oscuros y las bestias, han desaparecido como los pantanos, muchas fuentes, y los propios bosques que albergaban esos temores. Esta naciendo un hombre nuevo, a punto de desarrollarse plenamente. Si consigue este ser formarse , lo hará sin ninguna concesión a la historia, a la moral, al pesimismo, a la compasión; alguien como yo no tendrá razón para seguir existiendo y deberá desaparecer, pues ninguna vida alejada de la prosperidad, seguridad y riqueza podrá sobrevivir. O deberá hacerlo fingiendo ser feliz entre miserables condiciones vitales en constantes revisiones formativas y seguimientos de funcionarios de la gestapo socializadora emprendedora. El destino   de muchos humanos resistentes a esas mejoras materiales , que albergan de desespiritualización de la vida,  serán calificados de inadaptados al superior cambio, al igual que especies vegetales y animales que desaparezcan. La tragedia que se cierne sobre nuestras cabezas y bosques tiene tales dimensiones,  que al lector dejamos elegir  a su gusto para describirlas en este relato entre:
de  apocalipticas , o de extinción.
Entre tanto, yo estaba preparado para servir a estos fines. Mi papel era ser humillado en el nombre del hombre nuevo. Nuestro combate era desigual. La cantidad de medios del hombre nuevo eran infinitamente superiores a los míos, donde yo, desventurado de mí, un hombre solo y que solo poseía la palabra. ! tan desvirtuada, tan libre de contenido, tan suelta por el aire como una paloma! sin que dijera ya nada a nadie, y volviera de nuevo como convertida en un bomerang contra mí. Mis edades pasaban envuelto cada vez en una soledad y distanciamiento más abismal con el resto de la sociedad ,que pasaba a toda velocidad delante mía , mientras yo me encontraba recluido en islas de robinson, en paraísos perdidos donde fabricaba mis mundos para sobrevivir. Pero esos mundos eran invadidos. No estaban tan perdidos como deseara mi irracionalidad, conductora de lo que me quedaba de existencia. El hombre nuevo allí estaba,  como una pesada sombra que me perseguía.
Una día bajando a mi huerto la encontré. Iba arrastrando la carretilla y el agua que transportaba como una bestia para regar y  observé a la escuela taller t´avalem en mis terrenos. Entonces la sombra apareció, como en esas ocasiones suela hacer.
¿ qué quieres realmente, oh sombra, nacido de hombres?- le pregunté.
La sombra arrastrándose  por el suelo me contesto enganchada a mi pierna.
Tu voluntad, tu adaptación- me respondió.
Jamás, criatura grimosa, soberbia  y banal nacida de la ciencia y la técnica. He descubierto tu secreto que te destruirá-
¿ cual? gritó la sombra.
Temes a tu padre, la gran sombra- comenté observando como fumigaban con productos tóxicos como los empleados por los nazis con los judíos sobe mi huerta la escuela taller-Hitler- añadí.
La sombra se alejo inquieta.
Entre un arbusto habló.
Eso solo retrasara al hombre nuevo.
entonces le interrogué con malicia, porque sabía que pese a que se sigue el ideal nazi, hoy se pretende que venza  con persuasión, sin violencia aparente contra los marginados, desadaptados, desplazados.
¿ cómo conseguiréis la creación de un hombre nuevo, ese ideal superior inspirado en nietzche y que tan mal entendió  hitler, y del que estáis tan alejados?
la sombra se fue y quedaron unos chicos de escuela taller pateando mi huerto porque así se lo habían mandado. El fin de ese aprendizaje era aprender a humillar y a no tener piedad. Los chicos de la escuela taller deberían llegar a ser hombres nuevos. Por eso su monitor les enseñaba a atacar un huerto ecológico de una persona que lo trabajaba sin contrato y sin ser su propietario.
Esos chicos cuando terminaran su escuela taller deberían pensar como un emprendedor o un nazi, pero nunca como un trabajador o un humanista.
La orientadora laboral del inem forjaría sus mentes para una victoria personal, resultado de toda una nación emprendedora y prospera con sus fronteras cerradas a  la pobreza y abiertas a los negocios.
cuando los estudiantes trabajadores de la escuela taller se fueron, entre yo. caminé sobre los guisante y espinacas pisadas, entre los rojos amarantos que los mayas mezclaban con la sangre de los sacrificios, caminaba sintiendo que era yo el pisado, el sacrificado. Y al sentirme pisado, humillado, me sentí compasivo, casi resucitado. Lloré por la violencia, y me reconforte entre la devastación.

II.

Patrimonio de Nieve, desde Alfondeguilla con calor.

Un opel corsa aparcó junto a mi puerta  de mi casa, tal y como estaba previsto, y más o menos a la hora acordada. Solo seis minutos hicieron que la puntualidad no fuera absoluta. Una mano llamó sin crispación  a la puerta, mientras mis los brazos que estaban inmóviles gravitaron sobre la mesa en el salón para levantarme. Al abrir, me encontré unos ojos azules como el cielo que me observaron puros como la nieve. Transparentes como una medusa me deslicé por la contaminación que rodeaba mis restos.
¿ en que encantamiento descansas? pensé que me preguntaba mi visitante al ver el panorama desde la puerta de la casa. Yo mismo me lo había preguntado muchas veces que maleficio padecía sin saber que responder. Pero no dijo nada al verme tan desolado y con mi universo tan perdido. Hacia tiempo que no había nada que ocultar. Pobreza, soledad, exclusión, desempleo, arrinconamiento, eran públicos. Si, cierto, pero no acobardamiento. Esperanza ninguna, pero no me ponía la cuerda al cuello ni la cuchilla en la muñeca dentro de la bañera, pese a que había muchos amigos que me apreciaban que me lo recomendaban. no con malicia, sino por verdadero amor hacia mí, porque motivos tenía, como millones y millones de españoles que esperaban con ansia terminar sus vidas el instituto de la eugenesia nacional.
Nuestras manos y brazos se juntaron en un abrazo sincero.
Hacia tiempo que no recibía la visita de un viejo amigo de mi tierra, que me conoció en tiempos donde mi miseria no eran tan grande y abismal, hasta el punto de hoy ser dramática de ver para mis  amigos. Tristes puertos donde muchos prefieren no recalar y buscar otros más alegres. Sin embargo en esta ocasión no fue así.
He venido a visitarte angelete, tenía ganas de verte- comentó mi amigo P.
¿ a dónde vamos?- preguntó con interés por conocer la zona. no  es que sea de lejos, de Burjassot.

antes de salir fuimos a un bar a desayunar donde le puse al corriente de la situación socio política local.
Lo que más le llamó la atención fue la descripción que hice de la belleza de la joven alcaldesa de vall d´uixó, de la que no tenía ni idea , al igual de que estaban convirtiendo el pueblo en un eurodisney .
¿ de verdad no lo sabias? le pregunté asombrado. A lo que me replicó con sinceridad:
que ni idea.
luego caí en la cuenta , que era normal que no lo supiera,  al ser de Burjassot y haber en esa localidad con facultades y una gran vida cultural, mucha población universitaria que odiaba eurodisney.
Noté que estaba realmente interesado en conocer el paisaje sobre todo con algo histórico al ser arqueólogo. Orley, las cuevas de san josé y su poblado íbero ya lo conocía. Pensé unos segundos. Yo por mi parte he de confesar que la sequía era lo que más me preocupaba en el paisaje.
Iremos a un lugar que se derrumba- le comenté- añadí. Las viejas minas de cinabrio  de chóvar y la nevera de alfondeguilla. Las has visitado alguna vez?- le pregunté.
No- me respondió satisfecho con la visita.
Tendremos ocasión de ver el cambio climático. Luego te enseñare en mi huerto la charca y otro día que vengas el fondo, el gran lago de vall ´d uixó que se ha secado.
Llegamos al pueblo adormecido. tranquilidad y silencio, ni un alma. Los grandes caserones serios. Almendros en los solares entre las casas. al doblar una esquina donde terminan las casas, el camino se abre, cerrándose sobre su curva. Dos cuestas, una a la colina con una torre mora derruida entre chumberas, y el otro al pantano musulmán de Ajaez. La tristeza al contemplarlo sin agua. Nos invade el temor que contagia  al cambio climático.
En mi opinión , esto que ves es peor que la crisis democrática que sufrimos por la crisis. le comentó a mi amigo P.
bordeamos el pantano.
dormido esperando, nos encontramos al hombre de estas tierras como un idiota tumbado en el suelo envuelto en traje de camuflaje. Enfrente tiene un triste perro atado a un olmo. nos pregunta:
¿ van para arriba?
a las minas- le respondo como si fuera el rey salomón.
Si ven unos perros me los tiran para abajo. Los soltamos  ayer para el jabalí y aún no han vuelto.
Pobres palurdos miserables- pensé para mí. Nos alejamos sin decir nada. El hombre siguió recostado.
Así es este pueblo- comento a mi amigo, que exclama pobres animales.
El camino se cubrió  de alcornocales- majestuosos árboles del corcho. De aquí se saca el corcho- le expliqué a P contemplando uno grupo de ellos cuya corteza despojada hacía poco dejaba un tronco rojo y robusto.El bosque en chóvar cubre los senderos, oscuros, frescos, resistentes a un clima seco. ¿ quién no se emociona al ver esto?  Noté que mi amigo lo hace. El sendero iba subiendo, escabroso y polvoriento era el camino, con desprendimiento que cubrían  laderas enteras. Columnas de piedras. Pedregales y alcornocales, encinas también asomaron a nuestro paso. En un pequeño barranco. La fuente fresca, estaba seca. Los helechos amarilleaban. Es noviembre y estaba todo seco. Las fuentes no hablan, están secas como las gentes de nuestra tierra. En el lecho de la fuente fresca, una margarita, la más bella que haya visto en mi vida. Su blancos pétalos, nieve y pureza. . Fe y esperanza, entre las avispas del barro que devoraban las criaturas del agua ahogadas en la tierra. Proseguimos por caminos de rojo rodeno, hasta que a mitad ladera, una de las minas. Sus misteriosas entrañas selladas con una maderas, Unas vagonetas para que los turistas se hagan fotos. sacaban Mercurio, cuanto dolor  para separar la plata y el oro. Sentí un extraño eco, al meter mi cabeza en la negra entrada.  si nos aventuráramos en la mina. ¿ a dónde bajaríamos?- rápido saqué la cabeza a la luz y proseguimos, subiendo. Hasta llegar a la pista. A lo lejos  observamos el Peña Golosa. Sierras calvas, azules, difuminadas se muestran, y los vestigios del último incendio de Eslida- Artana localidades a nuestro pies, aunque no se vean, como alfondeguilla en la que estabamos, y ya muy cerca de su nevera, rodeada de trincheras de la guerra civil. El mar, azulado, su costa desolada por la construcción. El clima estropeado. La nevera entre trincheras y una pinada. Vestigios de otros tiempos, cuando nevaba. Hoy parecía el chepa de un camello entre la arena de las trincheras. Sobre su cúpula,  la majestuosa visión del castillo moro de Castro. este parece volar sobre las altas y puntiagudas peñas sobre las que descansa al filo de 800 metros de altura. El viento seco sube y baja por las puertas enrejadas hasta el fondo del foso de la nevera de castro, buscan cantando lo que nunca encontrará, la nieve que no ha de llegar más.
Bajamos tranquilamente. En el pantano ya no estaba el cazador, pero el perro atado seguía allí, dejando en el ambiente su estúpida presencia. nos miró el animal con pena.
En el bar de la cooperativa  entramos para comer. Es lunes. lo encontramos casi vacío . un milagro de estos pueblos, fondas desiertas. se sorprenden de vernos la poca  gente que había. EL bar descomunal , construido con amplitud  para concentrar a los trabajadores de las cooperativas.  ! aquellos tiempos en que se juntaban los trabajadores para preocuparse por su situación de clase! hoy vive el bar de los turistas de fin de semana. Una chica joven, y guapa nos atendió . El lunes cerramos a las tres y media-nos confesó cuando pedimos . solo le quedaba una ración de carrillada . Aceptamos, pero como era ración  para uno, lo arreglamos con un bocadillo. así que mi amigo y yo compartimos carrillada y bocadillo de embutido. todo muy bueno. La chica nos atendió  muy bien. postres, y cafés. Nos fuimos  dejando unas vistas preciosas al pueblo y las montañas a las que dan la galería   de este inmenso y humilde bar, amueblado con sillas  del tipo de escuela. cuadros costumbristas que pensé que serían hechos por algún pintor local. en uno de ellos se representaba el bous al carrer  junto al ayuntamiento. otro, el de un hombre en la torre del pueblo. fotos gigantes de toda de chóvar en blanco y negro.
Junto a la fuente donde llenamos una botella de agua, regresamos a vall d ´uixo para despedirnos mi amigo y yo, hasta dios sabe cuando.
III.

Pantano musulmán de Chóvar, la reconquista del clima

En la garganta del barranco de Ajuez, junto las huertas y el pueblo de Chóvar, se detiene un hondo suspiro. Un muro retiene el agua y un trozo de historia,  pero el cielo y la tierra se han roto y ya nadie llora, solo contemplan como se van las cosas. Las hierbas que mueren crecen en el lecho reseco. Contra el muro quedan agónicas culebras y peces. Los turistas gentiles sonríen, y fotografían el pantano convertido en postal de escuela donde se enseña que fue moro, sin notar que se fueron los ruiseñores de este lugar.
Angelete, ¿ qué dices? te veo turbado- comentó mi amigo P. mientras contemplábamos el pantano y yo recitaba las palabras del verso anterior que nacían de una reveladora presencia que sentía  en el paisaje. Una rebelión y adhesión descansaban en cada piedra, en la suave brisa, en el agua. Las nubes pasaban rápidas sobre mi cabeza, y una voz en mi interior luchaba por rechazar el sistema en crisis que me envolvía del estado español.
¿ nos vamos? – me preguntó mi amigo.
Espera, quiero contarte una leyenda. Vayamos a esa peña junto la presa.
Fuimos a la peña y nos sentamos.
¿ Conoces la leyenda de Ali Chóvarcassim?- le pregunté.
No. respondió.
Entonces empecé a narrarle una historia local que todo el mundo en chóvar conoce.
La leyenda transcurre en los primeros años de la conquista musulmana, ya pacificado este territorio de castellón con la huida de los bizantinos y los monjes a Suiza , dejaron una profunda inestabilidad social y política causada  por las ordenes de los monasterios y los señores godos del feudo. Estos quebraron las arcas publicas en sus cortes,, conventos y palacios   hasta unos limites solo conocidos  con el partido popular de hoy. La peste, el hambre, la desolación, la incultura, el caos, la anarquía y la barbarie eran las verdaderas  dueñas del pueblo español. La gente del siglo VIII pensaban y comentaban hambrientos que era el final de los tiempos. Y razón no les faltaba para pensar así.Gracias a  Alá , el país no acabó en manos de  vikingos ni Normados que merodeaban por el norte y hubiera sido un desastre. La llegada de los musulmanes vino a ser una bendición de Dios, pues trajeron grandes sabios y adelantos. si alguna vez este país ha sido una potencia cultural , y no una potencia de bestias conquistadoras ha sido con los musulmanes. Y eso  lo reconoce hasta el propio Aznar. Universalmente es conocido Averroes. Sin embargo, en este lugar llegó un sabio montado en un impresionante camello blanco, que no tenía nada que envidiar a aquel sabio. Si hubiera ido a Andalucia  nuestro sabio y no a castellón, seguro que se recordaría con mayor esplendor sus nombre.  la fama, la historia, no son justas. Unos hechos se engrandecen cuando no deben, y otros mucho más reveladores  caen en el olvido, como lágrimas en la arena del desierto. El nombre de Ali Chovarcassim debería haber llegado al Cairo, a Bagdad, a Medina, Córdoba.. sin embargo, no salí de aquí. Las montañas lo recuerdan, el barranco, las fuentes, el pantano…
Este sabio era el encargado de administrar este lugar, y quiso hacerlo de forma democrática. Era un gran conocedor del mundo griego. Traductor incansable de Platón y Aristoteles, y visionario. Anunció que no se podía gobernar oprimiendo a la gente, ni imponer las creencias religiosas. Aventuro que el mundo durante siglos y siglos viviría marcados por las fronteras de tres religiones. La cristiana, la judía, y la nueva del Islam. Según Ali Chovarcassim no habría ninguna religión nueva en el mundo tras estas. Aseguro que si desaparecieran del planeta estas religiones, llegaría una era terrible de ciencia y ateismo, heraldos del apocalipsis.
MI amigo P. asombrado exclamó- estamos en los albores de ese terrible momento.
Si P- contesté. Las profecías de Chovarcassim  son asombrosamente ciertas. Aunque no está escrito en sus textos, los cuales puedes leer en la biblioteca y el ayuntamiento de chóvar. En mi opinión, creo que notó al llegar a occidente la decadencia moral y cultural, y eso le hizo escribir esas adelantadas profecías que siglos después Ortega y Gasset copió con todo el descaro del mundo. Pero este sabio, no fue en el sentido estricto un poeta, ni pensador, fue hombre de acción. Visiono el cambio climático antes que nadie, y actúo. Él ,como los nuevos invasores del territorio, eran gentes del desierto. La carencia de agua de sus tierras les engañó a muchos musulmanes pensando que españa era un paraíso. era un paraíso para ellos porque veían agua por todas partes.  esto era porque entonces llovía y nevaba . Incluso aquí ,donde nos encontramos. Ya has visto la nevera de alfondeguilla.  Sin embargo, nuestro sabio pronto se dio cuenta de que necesitaban agua para desarrollar la agricultura, muy abandona por cierto por los pelotazos urbanísticos de conventos y palacios que cubrieron españa, para acabar muchos de ellos sin inaugurar por la invasión musulmana,  recayendo  en manos de ocupas y vándalos  ociosos que vagaban de allí para aquí, destrozando conventos nuevos que hoy serían patrimonio de la humanidad hispano musulmán. En chóvar, que estaban a punto de terminar la ermita, se propagó el rumor que el nuevo visir de castellón iba a convertirla en mezquita. La gente se movilizó contra los invasores, pero gracias a Chovarcassim no llegó la sangre al río. Reunió al pueblo en la plaza del Ayuntamiento con el espíritu de dialogo y tolerancia que le caracterizaban. Desde allí les ofreció un referendum pactado con garantías sobre la conversión. Les ofreció que si se convertían al Islam construiría una gran presa fudamental para desarrollar la agricultura. Esto daría puestos de trabajo tanto a los albañiles como a los agricultores y mercaderes, activando el comercio local. Y no solo eso, acceso a la ruta de la seda para la famosa miel chóvar. La construcción de una calzada empedrada  hasta vall d´uixó por la sierra. También prometió acabar con los abusos impositivos del vasallaje y del feudo que la casta utilizaba para sus privilegios acabando con la hucha del pueblo. Mucha gente joven de chóvar se convirtieron  al islam. Aunque sufrieron los insultos de sus padres y los conservadores que ridiculizaban su nueva fe, y las promesas de Ali Chovarcassim. Incluso el párroco de aquel tiempo, que entraba en opiniones política, y odiaba publicamente el islam. Prometió que si cumplía aquel moro su programa electoral para el que no había presupuesto, él se haría del islam. El pueblo de chóvar, harto de los curas y señoritos, viendo que pasaban los siglos y las cosas no cambiaban, optaron por dar un vuelco radical a su pasado y se hicieron musulmanes. El Islam ganó por mayoría en chóvar, vall d´uixo, moncofar, solo perdió en villavieja, que por eso se llama villavieja, pues ese año del 789, se llamaba  villanueva por haber sido inaugurada dos años antes.Desde los comicios por lo rancios y conversadores de sus gente pasaron a llamarla de este modo.
Desgraciadamente, lo peor de los españoles no cambio. La envidia. Había gente muy ultra de chovár que odiaba mortalmente de Ali Chovarcassim. Un día, en esta peña en la cual habitualmente meditaba, y según dice la leyenda, que cantan seis ruiseñores mirando el pantano recordando a aquel hombre fantástico.  Lo ultras conservadores lo cogieron,  le ataron una piedra la cuello y lo lanzaron al pantano.
Mira angelete- mi amigo señaló en el escaso charco rodeado de barbos y carpas como surgía ala superficie algo parecido a un esqueleto humano. Dio una vuelta circular y se volvió a hundir.
Nos levantamos y llegaron seis ruiseñores que se pusieron en el lugar donde estábamos mirando la pantano.
Angelillo de Uixó.