alejandro fozar

XXVI. En Villa Gesell

Ahi está el lobo

solo en la arena seca

sus fauces abiertas contra el oprobio

contra el sol desnudo.

Piel ocre y acertada herida,

toda una multitud hacia la carne viva.

Hay un faro apagado,

y se ve el mar en sus ojos

como  se aleja...