Esteban Mario Couceyro

Las palabras

Desde la cuna a la mortaja
la letra baja
con alas de ángel
y filo de navaja.

 

Nací y las letras

esperaban

en la pared de niño

un abecedario

rondaba el sueño

en un prado

de verde pasto

flores rojas y amarillas

mariposas

y aves de color

que

había pintado

mi madre con infinito

candor.

 

A los tres años

en un convento

conocí el espanto

……….

una dama

vestida de pesebre

que luego supe era monja

sosteniendo

un cartel

con la primer letra

robada

de mi pared

abrió tanto la boca

para decirla

que salí corriendo

y nunca más volví.

 

Regrese a mis letras

y algunos libros

que las juntaba

con dibujos.

 

Cuando dormía

las letras danzaban

en ese prado verde

ya sabían

que estaban en mi.

 

Sabían mi vida

estarían como en las hojas

de un libro

sabían de mi historia

que sería fantasma

intrigante

melancólico de atardeceres

romántico amante

de ideales.

 

Hasta sabían que un día

las juntaría

en raras historias

y

fueron personajes

que repitieron

vidas de vidas pasadas.

 

Pero un día

las letras

regresaron del futuro

muy asustadas

nada dijeron.

 

Fueron tiempos tristes

donde las letras

guardaban su lugar

a.b.c.d.e.

……

no se me ocurría nada

habían perdido las alas

solo le quedaban

las filosas navajas

y ni una palabra sana.