Si mis flores se están marchitando ¡rocéame, ave colorida, con tu melodía! y despertarás en el abismo las voces que resuenen imponentes en este vacío, y la oscuridad se hará a un lado para que surja finalmente la luz. Si se me está nublando el cielo ¡no olvides, sol, salir de tu guarida! aunque sea a mirar que siga con vida este jardín que creaste con la primavera. Si brotan en mi tierra grietas que el profundo calor originó,¡viento mío, no dejes de soplar! hasta que despeines a mis hojas y hagas a los árboles retumbar, recordándome que soy ave colorida, sol y viento al mismo tiempo, capaz de crear un mundo entero en el justo momento en que te pienso.