Carlos Hector Alvarez

Poeta no, paisano

Poeta, No paisano

Siento que no soy poeta y les explico por qué. El poeta ve la belleza y los sentimientos donde los demás no la ven y lo explican como lo sienten, llevan el verso en el alma, yo en cambio debo buscar en este mundo donde está lo bello, al encontrarlo pienso que puedo decir de lo que veo y como decirlo de manera que llegue al lector y lo entienda y si hay armonía en lo que digo, mejor. Mi fuerte es la oratoria, desde el lugar donde me desempeñé fui el orador obligado y aprendí el arte de la palabra a fuerza de estudiar y de leer a los grandes oradores Demóstenes, Hitler, Belisario Roldan, Balbín, Perón, Kennedy y tantos otros que eran capaces de enardecer las multitudes, alguna vez tuve la fortuna de conseguirlo y de sentir la satisfacción del aplauso. Leí las obras completas de Shakespeare, Becker, Alfonsina Storni, Rafael de León, Federico García Lorca, Antonio Machado, cientos de poemas gauchescos, canzonetas napolitanas y toda la gama de bellas canciones que escuchaba o caían a mis manos, por eso no es de extrañar que inconscientemente plagie palabras o frases que mi prodigiosa memoria, que hoy me acompaña a mis 84 años, las tiene guardadas en mi inconsciente sin recordar el autor y que afloran cuando algo hace vibrar las fibras de mi corazón. Picasso decía que la inspiración llega trabajando, yo vivo sobre los papeles, ya mi físico no me da para otras cosas, y cuando veo o escucho algo que me interesa trato de expresarlos a mi manera. Sería incapaz de crear algo como “Volverán del amor a tus oídos, las palabras ardientes a sonar y tu corazón de su profundo sueño, tal vez despertará”, eso solo lo hacen los privilegiados que vinieron al mundo con la dulce melodía del verso y la palabra.

  Me siento halagado cuando me dicen poeta, pero no lo acepto porque va en desmedro de aquellos a quienes Dios les concedió ese don maravilloso que es hablar del amor y la belleza, con la dulzura y el sentimiento que lo hacen.

    Gracias a todos los que integramos Poemas del alma, por tolerar mis locuras. Un abrazo cordial para todos.