Por Alberto JIMÉNEZ URE
Hace ya demasiados años
Que los venezolanos somos rehenes
De una Organización de Sodomitas
Sin sabiduría, pero con mercenarios
Para mantenerse impune: y, por ello, danzar,
Beber, exhibir su gula encima de cadáveres
De ciudadanos colocados en posición decúbito.
Los sádicos son audaces,
Eso es innegable: porque, para ello,
No se requiere emplear la Inteligencia
Sino un morbo infinito e implacable.
Hace ya demasiados años
Que la Nación Venezolana
Vive infame y trágicamente
Atemorizada, se desprende
Su ropa íntima cuando los truhanes
Reinciden con sus propósitos de ultrajarla.
Vivo culpándome
Por no haber sido escuchado
Cuando los presagios me atribulaban
Durante mi juventud: precogniciones
Que no cesan en el curso de mi Edad Adulta
Y ahora me anuncian una en ciernes liberación.
Quizá no hablé ni escribí
En el idioma preciso para
Transmitir mis percepciones
A millones hoy en «calvario»
Pienso pude «alzarme con almas»
En el curso de mi pubertad e incinerar
La tierra fértil donde las semillas de un crápula
Germinaron mostrándonos su paradisíaco lugar.
No es el Diablo ni Deus, sino Mortal. Difúndelo.
Esta madrugada será
La última vez que intente
Transmitir mi conocimiento
Según el cual Mortal no es infalible.