Edmundo Onofre

ÁRBOL SECO

ÁRBOL SECO


Gran monumento del bosque
de aquellos tiempos lejanos
te has transformado en testigo
al no haber sido talado.


Vigilante inalterable,
árbol seco sarmentoso
permaneces siempre intacto
con tu aspecto de coloso.


Barnizado por el sol
cada parte del ramaje
dan ese brillo perfecto
que parece que renaces.


A la distancia destacas
de entre todo lo verdoso
por ese gris platinado
de tu linaje retoño.


Y con el paso del tiempo
tu figura ya ha cambiado:
esos ramajes curtidos
especulan como estaño.


Estatua firme del bosque
eres una obra de arte
esculpida por el viento
y jamás hecha al instante.