No existe tregua en mi andar buscándote
en amaneceres ataviados de ansiedades
cuando copulan sueños y circunstancias,
a veces te percibo cerca, libando anhelos
otras, eres esperanza y seguir caminando.
El sol, abrigo de la mañana, sabe mis pasos
es compañía, brilla, para ir tras tus huellas
resplandece un árbol, la sombra me roza,
el descanso agiganta la fantasía de hallarte;
continúo mi marcha, laten mis apetencias
preludio de la noche, el ocaso acerca la luna
luna que atiza deseos de asirte a mi amor.
La alborada nos encontrará en comunión.
No hay distancias que venzan a la pasión…
Oscar A. Fernande Folguerá (Argentina)
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