Yo he sido diana de una y mil saetas,
me he visto nadando en contra y a favor de la corriente
y aún me emociona saber
que será de mi vida terrestre,
constantemente examino mis culpas
para medicarlas y poderme liberar
de toda pena
que me puedan generar.
Trabajo para que lo único que me importe
sea el mérito propio;
quien consiente está, de que sus actos
consecuencias traen
pero no las ve posibles o cercanas
reincidirá constantemente
en sus fechorías vanas.
Como ya me he visto cancelando
en este mundo mis condenas
practico el autocuidado (cada vez que puedo)
para evitar nuevas cadenas.
También he sentido que me han estado cobrando
cuotas por adelantado a lo largos de los años,
entonces la vida está en deuda conmigo
y ahora me está pagando
con felicidad constante
y con olvido de los daños.