Roberto V

Duerme la tormenta

Duerme la tormenta, en tu vientre acallada

Duermen los fantasmas callan sus bramidos

en mis brazos contenida  

Aun quedan rémoras de la pasión en tu piel,

la luna besa, hebras blancas sobre tu cuerpo derramadas  

La brisa invade en silencio la tibieza de tu pecho

Revolotea en tus cabellos

cual si fueran mis dedos hechos caricias en la noche  

Asoma el alba en tus ojos,

los labios se deslizan despidiendo

a pasitos diminutos,

tu cuerpo De amor mi boca toda te toca