ALVARO J. MARQUEZ

LA ELEGIDA

“Puede el amor ser una elección/ tren de la vida que no siempre elegimos bien…/ decidimos sin pensar, con el corazón/ y a veces se nos va el tren”.

 

No fue para mí la más sensual, aunque me gustaba;

lograba enloquecerme hasta por su forma de vestir.

Tampoco  fue la que de casi todas tanto me celaba

y ni siquiera unos simples piropos me dejaba decir.

 

No fue la que en fotos me mostraba que era bella,

belleza le sobraba, de eso nunca tuve ninguna duda;

no fue la que mucho se reía, parecía y no era ella…

tampoco la que, a petición, se dejaba ver desnuda.

 

No fue la que era muy mística, ella jamás podría ser;

ah…pero aquella que me mandaba al diablo tampoco…

era la que ante mis ojos simplemente me olía a mujer

y que incluso, hasta sin proponérselo, me volvía loco.

 

Nunca fue la que muy culta en ocasiones me parecía,

de ella lo que buscaba no era justamente su cultura;

ni fue la inculta que a veces sus disparates me decía,

no decía cosas tan acertadas, pero tenía buena figura.

 

No era la que se paraba tarde y según, soñaba conmigo

y de todos sus sueños le gustaba contarme cada detalle;

tampoco fue la dama idealista, “quiero casarme contigo”,

ni la que gritaba cosas cuando me veía en alguna calle.

 

Tampoco la silenciosa, callada hasta cuando no debía;

no lo fue tampoco la bulliciosa, ella de callarse… nada.

Casi lo fue la tímida que muy poquitas cosas me decía…

pero me gritaba muchas otras cosas sólo con la mirada.

 

¿Hubo alguna vez o hay acaso para mí alguna elegida?

Habría que analizar con cuidado para luego concluir.

Ignoro aún si acaso he ido sin saber amar por la vida

o es que he amado tanto… que no he sabido elegir.

 

Original de Álvaro Márquez
Caracas, Venezuela
Derechos reservados
Libro: http://goo.gl/YYLd72
Correo: poreros@gmail.com
Twitter: @poreros
Imagen: de Google