Eric Rancol González

¡Ahora despierto!

Sentí tus manos,

vestían mi cuerpo.

Viví caricias

gritando anhelos.

Palpé la calma,

el desespero.

Logré que todo

fuera perfecto.

Hallé en tus labios

sabor a fuego.

Amé tu alma

y sus secretos.

¡Qué cruel el tiempo!

Vació mis días

con tu adiós luego.

Quedé con nada,

y allá, a lo lejos…

vi tu sonrisa,

por la que aún muero.

Sentí tus manos.

Viví caricias.

Palpé la calma.

Soñé tu amor.

¡Ahora despierto!