pani

AZUL Y ORO...

 

La nada se anuda descuidada

en lago primigenio de clamores,

en ánades impuras de amargura...

de gesto labrado en su decoro,

 

y besa su herida de amarillo...

en lánguida mejilla sin poema,

 

hiriendo la pena de su beso

de pálido abrazo...

en su desdoro.